"LAS DIFERENCIAS NOS ENRIQUECEN. EL RESPETO NOS UNE."- Meli Mendoza
Muchas familias se enfrentan a una convivencia impuesta por el confinamiento en casa que anteriormente habían realizado sólo por un periodo determinado y compartiendo en tiempo de vacaciones. Debido a las características y normas exigidas por el estado de alarma y el confinamiento, muchos nos vemos en la obligación de tener que ajustar y compartir con la familia todos los aspectos de nuestra vida que de forma habitual realizamos por separado.
En un mismo espacio y tiempo tenemos que incorporar, coordinar y llevar a cabo nuestras obligaciones laborales, educativas, familiares y personales. Debido a la estrecha relación entre los miembros de la familia, la conducta de cualquier miembro afecta directamente al resto de miembros y al compartir más tiempo juntos por el confinamiento aumentan las probabilidades de que aparezcan desacuerdos, conflictos, discusiones y malentendidos.
Conocer las dificultades más frecuentes que encuentras en tu dinámica familiar te ayudara a identificar las situaciones más problemáticas, para darte cuenta cuales pueden ser tus puntos débiles y poder solucionarlos para garantizar una convivencia agradable y armoniosa.
Entre las dificultades de convivencia más habituales, así como algunas más específicas relacionados con el confinamiento actual serían:
Percepción de pérdida de libertad personal que puede genera sensación de ahogo y angustia que hace que nuestro comportamiento sea más irritable y generar conflictos con más facilidad.
Problemas de afinidad, ante diferentes opiniones, creencias o malentendidos.
Resentimiento por el mal manejo de situaciones.
Problemas de comunicación que terminan en discusiones y enojo.
Sensación de invasión personal y de espacio.
Dificultades en ocupar el tiempo libre y proyectar la angustia en el otro.
A estas dificultades tenemos que añadir las que se presentan si en la familia hay niños pequeños. El confinamiento es obligado para ellos sin entender muy bien el motivo real y lo viven como algo antinatural al no tener la posibilidad de salir a la calle y correr, jugar y saltar. Por lo que los niños mostrarán su malestar de la forma más fácil para ellos, que es a través de la conducta. Es probable que muestren su inestabilidad personal a través de:
Desobediencia.
Ansiedad.
Dificultad para llevar a cabo tareas habituales.
Berrinche, etc.
Es común que los padres también presenten dificultades para el manejo de estas situaciones creadas por los hijos al no estar acostumbrados a pasar tanto tiempo con ellos. Se pueden desbordar y perder el control con facilidad, por lo que recomiendo que primero se regulen ellos, busquen su tiempo y espacio, buscar apoyo profesional (actualmente en formato online) y tomen conciencia que al estar ellos más tranquilos y equilibrados, podrán brindar mejor manejo de las situaciones conflictivas y calmar a los hijos.
Cuando ocurre un conflicto familiar, este provoca una inestabilidad que hace peligrar el equilibrio habitual y surgen dificultades para mantener el balance, es necesario que desarrolles herramientas útiles a la hora de afrontar las distintas dificultades que surgen.
Te comparto algunas recomendaciones que te pueden ayudar a la convivencia familiar:
Estar bien informados de la situación y sólo de fuentes fiables para poder entender la realidad y hacernos cargo de nuestra parte. Evitar ver noticias durante todo el día, elegir un momento del día para ello y el resto dedicar el tiempo a otras actividades.
Crea rutinas para toda la familia que ayudarán a una mejor estructuración tanto externa, como interna. Establece un calendario con horarios predeterminados para organizar y llevar a cabo con más facilidad las tareas que todos tienen programadas. Puedes dividir el día incorporando tareas y turnos o horarios concretos para llevar a cabo las obligaciones y así no traslaparte con los demás.
Prever y llevar a cabo a diario actividades de diferente índole, educativas, laborales, cuidado personal, cuidado físico y emocional.
Cuida tu salud emocional: practica la conciencia plena con ejercicios de Mindfulness, técnicas de respiración para manejar la ansiedad etc. Busca ayuda profesional si encuentras dificultades emocionales ante el manejo de la situación.
Potencia tu auto cuidado, consiéntete y atiéndete. Empieza o continua con algún hobby como cocinar, pintar mandalas, hacer puzles, etc. Busca momentos del día para el disfrute personal.
Cumple con tus obligaciones, si las tienes, o dedica tiempo a las cosas que te gustaría aprender y no habías podido realizar.
Crea rincones en la casa para las diferentes actividades, esto te ayuda a no caer en el malestar de estar siempre en el mismo lugar. Se pueden diferenciar también espacios individuales y espacios comunes.
Procura llevar una comunicación saludable: Busca momentos concretos del día para hablar y aportar a todos los miembros de la familia. Trata de respetar los turnos de palabra, ten en cuenta las opiniones de todos, tomen decisiones en común acuerdo, etc.
Come sano, ya que te ayudará a estar de mejor humor y más activo. Aprovecha el tiempo en familia y haz las comidas y cenas juntos, disfruta de este tiempo para conocerse mejor.
Procurar llevar un buen descanso.
Aprende a ser más flexible. No seas tan exigente, comprende cómo se sienten los demás y permite que cada persona tenga su espacio.
Te comparto uno de mis cortometrajes favoritos, que nos enseña el valor de aprender a convivir con la diferencia del otro.
Te invito a que decidas ver la perspectiva positiva de esta situación y favorezcas una convivencia familiar pacífica que te ayude a salir fortalecido de la situación. La convivencia familiar es un trabajo del día a día, y requiere del esfuerzo de todos.
Espero te haya servido, déjame tu comentario.
Mucha Luz,
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