La necesidad de aprobación, o lo que a menudo se denomina "ser complaciente", puede ser una de las mayores barreras para alcanzar nuestra verdadera esencia y potencial. Siempre que buscamos la validación de los demás para sentirnos completos o satisfechos, entregamos el control de nuestro bienestar emocional a alguien más. Pero, ¿por qué hacemos esto? Y lo más importante, ¿cómo podemos liberarnos de esta necesidad?
Buscar la aprobación puede ser un mecanismo de defensa desarrollado en la infancia. Si siendo niños aprendimos que comportarnos de cierta manera nos ganaba elogios y amor, podría haberse arraigado la idea de que nuestra valía depende del juicio de los demás.
Además, vivimos en una sociedad que constantemente nos compara con otros. Las redes sociales, la televisión y otros medios a menudo nos muestran estándares de éxito, belleza y logro que nos llevan a creer que debemos encajar en un molde particular para ser valorados. A nadie le gusta sentirse rechazado. Queremos la aceptación de otros, esto incrementa la ansiedad asociada a la incertidumbre sobre las reacciones de los demás y en esas circunstancias nos sentimos en un dilema: expresar o no expresar, decir que si aunque queramos decir que no.
Para empezar a tomar el control de tu vida y ser tu el protagonista de tu historia te comparto algunas técnicas prácticas para liberarte de la necesidad de aprobación.
Auto conciencia y auto observación:
La autoconciencia y la autoobservación son herramientas esenciales en el camino hacia el crecimiento y el bienestar personal. La autoconciencia nos permite reconocer nuestros patrones de pensamiento, emociones y comportamientos, sirviendo como el primer paso para identificar áreas de mejora o cambio. Por otro lado, la auto observación es el acto consciente de prestar atención a nuestros procesos internos y a cómo interactuamos con el mundo exterior. Al cultivar una práctica constante de auto observación, somos capaces de detectar respuestas automáticas o hábitos arraigados que pueden no ser beneficiosos para nosotros. Esta combinación de auto conciencia y auto observación crea una base sólida para la introspección, permitiéndonos hacer elecciones más informadas y alineadas con nuestros verdaderos deseos y valores, facilitando así la implementación de cambios significativos en nuestra vida. Con esto en mente tómate un momento cada día para reflexionar sobre tus acciones. Pregúntate: "¿Hice esto porque realmente quería o porque buscaba la aprobación de alguien más?" para practicarlo dedica unos minutos cada noche a escribir en un diario tus acciones del día y tus motivaciones detrás de ellas. Esto te ayudará a reconocer patrones y tomar conciencia de tus comportamientos complacientes.
Afirma tu autoestima:
La autoestima es la percepción y valoración que tenemos de nosotros mismos, y su fortalecimiento es fundamental para dejar de actuar desde una postura complaciente. Las personas con baja autoestima a menudo buscan la aprobación externa, lo que puede llevarles a complacer a otros por encima de sus propios deseos o necesidades. Al afirmar y cultivar una autoestima saludable, uno se empodera para establecer límites, expresar opiniones y tomar decisiones basadas en el autoconocimiento y el autorespeto. Este proceso implica reconocer y valorar nuestras cualidades, aceptar nuestras imperfecciones y aprender a autovalidarnos. Al priorizar nuestro bienestar y autovaloración, nos liberamos de la necesidad de complacer constantemente a otros y comenzamos a actuar de manera auténtica y congruente con nuestro ser interno. Para practicarlo, cada mañana, mírate al espejo y recuerda tus logros, cualidades y habilidades. Utiliza afirmaciones positivas como "Valgo por lo que soy, no por lo que otros piensan de mí", "Tengo los conocimientos necesarios para tomar decisiones inteligentes por mí mismo", "Tengo todo lo que necesito para hacer de hoy un gran día", "Soy, y siempre seré, suficiente", "Reconozco mi propia valía: mi confianza aumenta".
Establece límites claros:
Establecer límites es un componente esencial para el autocuidado y la salud mental. Interactuamos continuamente con otras personas y enfrentamos situaciones que requieren definir hasta dónde estamos dispuestos a llegar o qué estamos dispuestos a aceptar. Estos límites no solo protegen nuestra integridad emocional y física, sino que también reflejan nuestro autoconocimiento y respeto propio. Un límite claro comunica a los demás nuestras expectativas y lo que consideramos aceptable en nuestras interacciones. Sin embargo, establecer límites no implica rigidez o inflexibilidad; más bien, se trata de conocer nuestras necesidades y ser asertivos al expresarlas. Al no establecer límites adecuados, corremos el riesgo de sentirnos abrumados, explotados o desvalorizados. Por lo tanto, cultivar esta habilidad es fundamental para construir relaciones saludables y vivir de manera auténtica y empoderada. Aprende a decir "no" cuando algo no resuena contigo o va en contra de tus valores. Para practicarlo, la próxima vez que alguien te pida algo que no quieres hacer, practica decir "no" de manera asertiva, pero amable. Recuerda que no necesitas justificar tus decisiones.
Ser complaciente no es necesariamente algo malo. En muchos casos, es una muestra de empatía y deseo de ayudar a los demás. Sin embargo, cuando esta complacencia se basa en la necesidad de aprobación, puede llevarte a descuidar tus propias necesidades y valores.
La complacencia crónica puede llevar a resentimientos, agotamiento y pérdida de identidad. Por lo tanto, es crucial aprender a equilibrar el deseo de ayudar a los demás con el cuidado de uno mismo.
La salud mental y emocional se fundamenta en el equilibrio de múltiples aspectos de nuestro ser, entre los que destacan el cuidado de la autoestima, la capacidad de establecer límites y la auto observación. La autoestima es el pilar que nos permite reconocer nuestro valor intrínseco, independientemente de las opiniones o juicios externos. Al fortalecerla, nos brinda una plataforma desde donde podemos defender nuestras necesidades y deseos. Establecer límites claros es una manifestación tangible de ese auto respeto, y al limitarlos adecuadamente, garantizamos relaciones más saludables y auténticas. Por último, la auto observación nos permite ser conscientes de nuestros pensamientos y comportamientos, dándonos la oportunidad de identificar y corregir patrones que perpetúan la complacencia.
Deseo que este conjunto de herramientas te ayuden a empoderarte para priorizar tu vida, evitando quedar atrapado en roles o situaciones que no reflejen tu verdadera esencia o aspiraciones. La verdadera paz y satisfacción provienen de reconocer y honrar tu valor intrínseco, sin depender de la validación externa. Libérate de la necesidad de aprobación y vive de acuerdo con tu auténtico yo.
Mucha Luz,
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